jueves, 7 de abril de 2011

Daniela Barrenechea Ñancucheo y su experiencia en el teatro mapuche “Püllü Mapu”

7 de Abril, 2011 / Por Guillermo Muñoz / Fuente: MapuExpress

Daniela Barrenechea Ñancucheo (25), es estudiante de Pedagogía en castellano y comunicación de la UFRO. Desde el 2007, tiempo que ingresó en la casa de estudios, ha realizado una importante labor en el teatro Püllü Mapu, contribuyendo ideas y acción a partir de su experiencia personal y colectiva del mundo mapuche. Desde su conformación, el grupo se ha presentado en numerosos puntos de la región, además de un congreso realizado en Perú. Próximamente se presentarán en Colombia, invitados por la Universidad de Bogotá.

¿Cómo nace Püllü Mapu?
El grupo de teatro Püllü Mapu, que significa espíritu de la tierra, nace en el año 2007, a partir de un taller de teatro perteneciente al Proyecto Rüpü. Quien dirige este grupo es el Profesor Oscar Salinas, y de este taller nueve estudiantes decidimos formar esta agrupación de teatro, donde partiríamos trabajando los epew.

¿Qué son los epew?
Son relatos que se podrían homologar a lo que es la fábula del mundo occidental, porque hay una enseñanza, o sea, a partir de esta enseñanza yo quiero enseñarte algo a ti. Son relatos cortitos y los personajes principalmente son animales. Por lo general uno de los personajes bueno o malo es el zorro, o ngürrü.

O sea ¿son relatos que narran el origen del pueblo mapuche?
No. El epew no tiene nada que ver con el origen. Por ejemplo, yo quiero enseñarle a los niños que robar es malo, entonces un epew puede ser que estaba, que se yo, un grupo de ovejas con lana. Resulta que hacia frío y el zorro quería tener algo para abrigarse, entonces decidió ir a robarles la lana a las ovejas, luego de robarles lo encontró un león, y este lo mató. Luego las ovejas fueron a buscar su lana. Y ahí nos deja una enseñanza de que robar es malo, porque si tú lo haces puede venir un mal peor.

¿Cuál es su primera obra?
Los Primos, o pumuna. Ese fue el único epew que al final trabajamos, por cosas yo creo culturales, por una necesidad, empezamos a trabajar el piam. El piam es el relato que trata de las costumbres, el origen del pueblo mapuche, todo lo que tenga que ver no con una enseñanza valórica, sino con una enseñanza histórico cultural, política, de organización social.

En el 2007 ustedes estrenan la obra Ngapitun. ¿Cuál es la esencia de esta obra?
En realidad es un trabajo paralelo a Los Primos. El ngapitun es una forma de matrimonio mapuche, ngapin es novia en mapudungun. Se trata cuando dos familias hacen un trato cuando los niños aún no nacen o son muy pequeños y la familia del novio le paga a la familia de la novia muchas cosas, y después ella quiera o no quiera tiene que casarse con el novio.

Cuéntame de Kai kai y tren tren, del año 2008
La obra Kai kai y Tren tren no es un epew, como lo ve la gente occidental, es un piam que habla sobre el diluvio universal, como en muchas otras culturas existe, en la cultura mapuche también, y se expresa a partir de esas dos culebras. No son serpientes, sino culebras, porque en el mundo mapuche no existe la serpiente ya que vivimos en chile. Pero si la culebra, aunque después se represente como una serpiente.

Claro, todo después se occidentaliza y se toma como mito de origen, porque todas las culturas tienen mitos de origen. Kai kai y Tren tren no es un mito de origen.

¿Cuál es el mito de origen?
El mito de origen es Wangwlen, que es la estrella. Se supone que nosotros venimos de allí. Ella es la hija de Chaw Ngenechen, nuestro padre. Lo que sucede es que ella se enamoró de alguien que su padre no quería para ella, y como este lugar (el mundo) era frío y oscuro, su padre la envió de castigo para acá, y ella cuando cae empieza a desangrarse, de esta forma nacieron los ríos, de su pelo nacieron los bosques, de sus ojos nacieron los lagos, de su boca las flores, etc.

Un mito distinto al formado por la visión occidental.
Claro, siempre se toma en el mundo occidental al hecho que Adán que apareció primero, todos los fundadores o los principios son masculinos, en el mundo mapuche no. Siempre se dice que el mundo mapuche es machista, siendo que eso no es así, se volvió machista por la intervención de la iglesia, por la educación occidental que sí es machista, en cambio aquí la educación para el mapuche era igual para todos. Eso es lo que nosotros tratamos de mostrar en nuestras representaciones teatrales, tratamos de occidentalizarlas para que se puedan entender, porque si no cómo entregamos el mensaje si no va a ser bien recibido.

¿Pero no se pierde la esencia?
No se pierde la esencia, porque cuando hicimos Ngapitun decidimos terminarlas con afafan, puesto que toda la gente nos aplaudía, siendo que en el mundo mapuche el aplauso no existe. Entonces, la forma de aplaudir, o de aceptar algo, es el afafan o gritar. Y eso se toma con todo del conflicto mapuche como una arenga, como algo político, porque tiene esa connotación por todo lo que los medios le han dado, así que tratamos de decirle al público que no nos aplauda, sino que nos haga afafan, porque esa es la forma que nosotros tenemos de saber que les gustó.

El año 2010 nace la obra Malenko, ¿Cómo fue el trabajo de creación de esta obra?
Malenko, que en castellano significa “la mujer del agua”, junto con el Ngapitun, nacieron de forma colectiva, todos metimos la cuchara ahí. Cada uno averiguó como podía. Yo preguntando en mi comunidad, mis compañeros en las suyas, el profesor (Oscar Salinas) en sus libros. Nosotros en un momento pensamos hablar sobre la machi, pero para nosotros los mapuche la machi es algo tan sagrado que no se puede exponer. Por eso tomamos algo que es sagrado para nosotros, pero también que es importante que el mundo occidental lo conociera, que son los gnen, y los gnen son las personas que son dueñas de los lugares. La naturaleza no es nuestra, nosotros somos parte de la naturaleza.

Quién es la joven Malenko. Principalmente el rol que cumple en su comunidad.
Malenko es la hija mayor de una familia, el padre falleció, son 4 hermanas. Ellas son Wenteche, de hecho toda nuestra obra está centrada en lo wenteche (los temucanos somos wenteche por ejemplo). Como es wenteche, vive cerca de un río, ella y sus hermanas van a lavar lana, la mamá se dedica a labores de una familia mapuche normal, dedicada a sus hijas. Pero un día de estos la joven empieza a sentirse mal, y empieza a escuchar el sonido de un caballo que la persigue. Ella tiene pololo, es una chica normal y corriente, pero empieza a sentirse mal, a sentir fiebre. La mamá no sabe qué hacer, le da todos los remedios caseros que te dan cuando estás enfermo. Entonces mandan a buscar a una Lawentuchefe. Ella es quien se preocupa de los remedios, y al ver a Malenko se da cuenta que ya no puede hacer nada, que ella está con un gnen al lado.
La Lawentuchefe le dice lo bueno y lo malo. Y en el fondo la mamá sufre mucho porque sabe lo que le espera a la hija, pero al final decide dársela al gnen como novia. La chica no quiere irse pero el gnen es tan poderoso que empieza a enfermar a sus hermanas para obligarla, así que al final decide irse.

Para el ojo occidental pareciera una historia triste. ¿Cuál es el mensaje que nos entrega Malenko?
Puede sonar bastante triste, si uno lo ve con los ojos occidentales, pero en el mundo mapuche uno viene a hacer lo que está destinado a hacer, y no puedes ir contra esa regla, porque si estas contra esas reglas de las que te pusieron aquí, entonces tú no tienes que estar aquí, simplemente.
Como te decía, si tienes espíritu de machi, y no quieres ser machi, no quieres dejar todo lo que te obliga a dejar, por ejemplo, marido, hijos, te mueres. Te viene una enfermedad y te mueres. Es así, ¿cómo lucho contra la naturaleza? No hay forma, y eso es lo que tratamos de mostrar, que el mapuche es parte de la naturaleza, no es dueño de ella, la tierra uno la necesita porque es parte de uno, es decir, si no tengo tierra donde vivir, me voy a morir, porque o de ahí soy, es como sacar un pajarito de su hábitat, va a morir porque ese es su hábitat, y desde esa forma estamos tratando de mandar nuestro discurso, un discurso no violento, no frontal, no armado, pero donde también decimos nosotros estamos aquí, estas son nuestras costumbres, y que como cualquier otro compañero de otra cultura, tenemos que ser respetados.

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