23 Junio, 2011 - Fuente : derechoshumanosyjusticiaparatodos.blogspot.com, por el Dr. José Venturelli
Un sistema sin respeto para el pueblo
Seis carabineros apalean a sin techo, en pleno invierno (Noticia dada hoy por JP Cárdenas, Director de Radio Universidad de Chile en su excelente programa Comentario Político (FM 102.5). Casi lo matan, de forma absolutamente espontánea –dada la “educación” recibida por las fuerzas de carabineros. Esto es una violación fundamental. Aquí la conexión entre pobreza (un salario mínimo prometido de $181.500 sólo permite pagar bus, arriendo de una pieza, 10 litros de leche mensuales y un kilo de pan) y violencia es clara. Pero, si se relaciona con los que luchan por sus derechos, esta violencia y tortura se hacen sistemática. El Estado no quiere ver el problema. El “entrenamiento” de los funcionarios del GOPE se hace usando técnicas de tortura. El propio jefe lo mantiene y el Ministro del interior y su subsecretario lo aceptaron en el gobierno anterior. Nada ha cambiado en éste. Las violaciones denunciadas para que se conozcan deben ser llevadas fuera del país para que se conozcan. (Casos de niños abusados o de dirigentes juzgados con juicios inmorales. Ataques violentísimos a comunidades y grupos conocidos de oposición (Okupa). Es el Estado, el gobierno, sus leyes y sus cortes de justicia. La mantención de la pobreza es el origen de la represión, tortura y otros crímenes sociales. Nadie puede desafiar el poder establecido asegura el gobierno.
Carabineros no es educado: es entrenado, funcionan con reflejos básicos. Con reflejos básicos: violentos, como animales. Si alguien hace lo que “ellos no deben aceptar”, lo golpean, lo maltratan y, de ser necesario –o si se les “pasa la mano”- lo matan… impunemente. Mientras esto sucedía, durante la misma noche, dos personas murieron de frío, en la calle y sin un lugar donde dormir. Y si se va más lejos, las cortes harán lo que corresponde para que este patrón de acción persista.
Si existiese el más mínimo interés por parte del Estado chileno y del Gobierno de mejorar la imagen de Carabineros, de armonizar la vida social de este país, de identificación con todas las personas, con sus necesidades, y de respetar los derechos fundamentales, ya hace tiempo que se habría implementado el Protocolo Facultativo de la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes .
Chile, aún bajo la dictadura, en 1988 firmó dicha Convención… mientras ha seguido violándola con dictadura y dictablanda. Argentina ha tomado pasos precisos en esa dirección e, incluso Guatemala entra en un camino de prevención de la Tortura.
Y mejorar el ingreso del pueblo para una vida digna. Ahora.
La entrevista a Juana Aguilera, Presidenta de la CECT en el nuevo boletín Arpillera, es muy clara: “¿El fenómeno de la tortura ha continuado?- Desgraciadamente, sí. Luis Santander de 19 años, asesinado en la madrugada del 19 de marzo, por Carabineros de Chile en La Ligua, a golpes; la vida de Luis es la vida que más recientemente, ha sido cegada por la tortura en nuestro país; lamentablemente tenemos que decir que la tortura ha continuado y que muchos son los casos que no se denuncian; nuestro país no ha podido a la fecha erradicar la cultura de la violencia institucional de nuestra forma de relacionarnos; existe demasiada aceptación y justificación a la acción policial represiva.” La información para enseñarla existe: http://www.prevenciontortura.org/ Lo que no existe es la voluntad del Estado ni de los gobernantes de educarse.
Es en este contexto que se debe colocar la absoluta urgencia de que se implemente dicho Protocolo. Sin él no hay acciones que eduquen, que abran las anteojeras que el poder establecido chileno le ha puesto a las fuerzas policiales. Porque cuando los presidentes sólo tienen palabras de elogios y de justificación para las acciones de estos, incluso aquellos que han incurrido en crímenes de civiles, por acciones deliberadas de Carabineros, cuando no podemos decir que “nadie sabía”. Cuando los Generales de Carabineros, ellos mismos, defienden las acciones y aseguran, junto con un sistema de “justicia” coludido la impunidad total para crímenes perfectamente dilucidados, con culpables identificados y sin justificaciones otras que mentiras y montajes, entonces, podemos asegurar de que la Tortura en chile es un instrumento vigente. Oficialmente vigente. He sido testigo de casos donde se niega la acción de carabineros en brutalidad evidente. La confusión establecida en el diseño es que Carabineros obedece al poder establecido (esto implica el poder del estado, del gobierno y de los sectores con los que se identifica el estado: los empresarios, la riqueza, las forestales, las mineras, que simplemente “son los que mandan) Especialmente cuando la misma Corte Suprema se permite aceptar acusaciones obtenidas bajo la tortura y con juicios claramente viciados. Todo esto es lo que permite, en Chile y en el mundo, por no implementar las medidas preventivas, a que la tortura no termine. El caso de los seis carabineros que dan una golpiza siniestra a un sin techo está en el orden de casos como el de Luis Santander, o de otro joven de 19 años, Franco Coronado Cárdenas, que en Cabrero fuera asesinado por carabineros, con testigos directos y que, una vez “juzgado” sale libre sin problemas Cabrero: Familia de joven muerto en furgón de Carabineros lamenta reducción de cargos a implicados
Y hay muchos otros en ese grupo… sin contar los jóvenes mapuche que son asesinados sin que ninguno de sus responsables, -todos conocidos- hayan sido juzgados de modo legítimo ni que haya habido castigo, disculpas ni reparación para las familias. Chile funciona como un paria… y eso lo defienden los presidentes cuando salen al exterior. Desde Aylwin hasta Piñera, pasando por Frei, Lagos y Bachelet… 21 años ya. Ni siquiera hemos obtenido que se obtenga la seguridad de que quienes visiten a los detenidos políticos sean respetadas como lo exige el Protocolo. El exceso de violencia en el arresto del afectado es típico de funcionarios acostumbrados a sentirse autorizados para hacer lo que se les ocurra. Y a quedar impunes. Me ha tocado ver en visitas a varias cárceles la humillación que se usa –sin ninguna otra razón que la arbitrariedad impune –programada, porque no puede ser de otra forma cuando existiendo mecanismos para que no ocurra y los gobiernos la hayan firmado- contra no sólo familiares de estos detenidos bajo montajes, sino también a miembros de grupos de DDHH’s que, precisamente van a ver si se cumplen las medidas mínimas que exige el Protocolo. Esto en las cárceles de máxima y alta seguridad en Santiago y en las cárceles de Angol y Temuco. Fuera de humillar a mujeres (familiares y un caso conocido de visita por DDHH’s) desnudándolas, se les destruye la comida que se les lleva. Hay que educar al personal de seguridad, policía y gendarmería. Les haría bien a todos. A ver si se les pasa la violencia a flor de piel… que les inculcó un poder establecido con intereses ajenos a las normas de una vida de justicia social y jurídica. Tampoco hay derechos humanos sin un ingreso digno para todos los chilenos.
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